Largas filas y molestia generalizada se vivieron este miércoles en la estación Mamá Tingó del Metro, donde cientos de usuarios debieron esperar más de 20 minutos para ingresar al sistema. La aglomeración se produjo tras el cierre de varios controles de acceso —dispositivos por donde los pasajeros validan su tarjeta— dejando habilitado solo uno, lo que redujo drásticamente el flujo de entrada y generó un cuello de botella en plena hora pico.
“Solo está funcionando uno de los controles de acceso y la fila da la vuelta hasta afuera. Es inaguantable”, expresó una usuaria que aguardaba en la fila poco antes de las 8:00 a. m.
Hasta el momento, la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET) no ha ofrecido una explicación oficial sobre el cierre parcial de los controles de acceso ni ha informado cuándo se normalizará la situación. Muchos pasajeros mostraron su molestia por el retraso que afectó su puntualidad laboral y escolar, además de la incomodidad causada por el calor y la falta de organización para manejar la gran cantidad de usuarios.