SANTO DOMINGO – El presidente Luis Abinader calificó como «la huelga más extraña» la jornada de protesta convocada en San Francisco de Macorís para este martes 25 y miércoles 26 de marzo. Durante su encuentro con la prensa en «La Semanal», el mandatario afirmó que muchas de las exigencias de los manifestantes ya están en proceso, destacando que la primera fase del Hospital Regional San Vicente de Paúl estará lista en julio y que los trabajos avanzan a su ritmo posible.
El presidente explicó que la única demanda que no está en proceso es la construcción de una carretera que atraviesa un parque nacional, con un costo estimado en cuatro mil millones de pesos. Según el mandatario, esta vía beneficiaría a propietarios de viviendas de veraneo, lo que ha generado debate sobre la conveniencia de su ejecución.
Abinader también destacó que su administración ha realizado una gran cantidad de trabajos de asfaltado y acondicionamiento en San Francisco de Macorís, afirmando que se han construido más aceras y contenes en su gestión que en cualquier otra etapa de la historia de la ciudad.
Otro punto abordado por el presidente fue la baja demanda de espacios en la zona franca de San Francisco de Macorís en comparación con otras ciudades del Cibao. Atribuyó esta situación a grupos que, según sus palabras, «alteran el orden» de manera recurrente. En este contexto, aseguró que el Gobierno garantizará el derecho al trabajo de quienes deseen continuar con sus actividades durante la protesta.
La huelga ha sido organizada por varias entidades, entre ellas el Frente Amplio de Lucha Popular (Falpo), la Unión de Juntas de Vecinos, el Bloque de Organizaciones Cuesta Blanca, la Federación Campesina Mamá Tingó, el Frente Estudiantil Amín Abel y diversas asociaciones campesinas. Estos grupos han expresado que sus demandas buscan la mejora de la infraestructura y los servicios públicos en la provincia Duarte.
Mientras tanto, las autoridades han desplegado un operativo de seguridad en la ciudad para evitar posibles disturbios, una medida común en este tipo de manifestaciones. A medida que se desarrollen los hechos, quedará por verse cuál será el impacto real de la protesta y si las negociaciones entre los organizadores y el Gobierno podrán generar una solución satisfactoria para ambas partes.